El verano ya no se define solo por el calor y las vacaciones, sino por la fuerza con la que las marcas apuestan por el marketing experiencial, sensorial y emocional. En esta temporada estival, las marcas buscan mucho más que vender: quieren conectar, emocionar y dejar una huella duradera.
La experiencia como nuevo lenguaje de marca
Las cifras no dejan lugar a dudas: el 91% de los consumidores afirma que es más propenso a comprar después de vivir una experiencia de marca. Y un 40% declara que su lealtad crece tras una activación significativa. Esto ha llevado a las marcas a redefinir su estrategia: ya no se trata de publicidad, sino de presencia real, vivencial, y emocional.
Durante el verano, con el ocio y el tiempo libre en auge, las oportunidades para conectar se multiplican. La clave no está en empujar ventas, sino en integrarse en el estilo de vida del consumidor.
Sampling y experiencias sensoriales
El «probar antes de comprar» vive su gran momento. Las marcas que ofrecen muestras gratuitas en playas, parques o festivales no solo generan engagement, sino que impulsan la conversión de forma directa. En 2024, el 68% de los españoles consideró el sampling como el mayor influenciador de compra.
El reto para este 2025: no solo entregar el producto, sino acompañarlo de una experiencia memorable. Estaciones de preparación en vivo, demostraciones, juegos o actividades inmersivas convierten la prueba en un recuerdo compartible y emocional.
Festivales de música: el epicentro del marketing experiencial
Macroeventos como Arenal Sound o Primavera Sound se han convertido en los escenarios ideales para conectar con miles de jóvenes. Las marcas ya no se limitan a patrocinar escenarios; ahora crean espacios inmersivos, zonas de descanso con identidad visual, experiencias de realidad aumentada o actividades interactivas.
La presencia se convierte en participación. Y la participación en fidelización.
Pop-up stores y street marketing
Las tiendas efímeras vuelven a ser protagonistas del verano. En zonas de alto tránsito, playas o destinos turísticos, las pop-up stores permiten probar productos, disfrutar activaciones sensoriales o participar en experiencias exclusivas. Su poder radica en lo inesperado, lo lúdico y lo personalizado.
A su vez, el street marketing o marketing de guerrilla complementa con fuerza: desde instalaciones artísticas hasta performances urbanas, sorprenden y conectan con audiencias difíciles de alcanzar por medios tradicionales.
Verano: el mejor momento para conectar de verdad
La apuesta de las marcas por el marketing experiencial, sensorial y emocional no es moda: es una necesidad. El consumidor actual quiere vivir, sentir y compartir. Y el verano, con su energía, su libertad y su emocionalidad, es el contexto perfecto.
Las marcas que sepan aprovecharlo no solo venderán más. Crearán vínculos reales, recuerdos duraderos y una comunidad de consumidores leales.
Eñutt estará atento a cada estrategia que inspire, conecte y transforme.